Pues sí, ya nos tocaba hablar de este tema en nuestro boletin informativo puesto que es
un verdadero problema de cara a los ojos de la sociedad.
Crestas, cabezas rapadas, botas, chupas de cuero, bomber, es muy facil de un día para
otro hacerse con toda la parafernalia que necesitamos para ser personas “radicales” como
se diria por ahí. Pero, ¿verdaderamente eso es lo importante?, No. Esta muy bien que
cada cual vista como le de la gana, pero lo importante son las ideas, lo importante es la
cabeza, lo importante es la lucha. Estamos hartos de ver en nuestras ciudades la aparición
de jóvenes que se apuntan a la moda de ir de antifascista y llevar camisetas del globalizado
Ché o parches de Anarquía, pero a la hora de la verdad, no son mas que borregos
de un sistema al cual nunca han sabido enfrentarse de cara.
Siempre escuchamos el tópico en nuestros padres, familiares, etc...”Tengo un hijo
skin/punk, pero a los 18 ya se dará cuenta y cambiará”, ese es el problema, la sociedad
nos tiene como una moda mas y no como lo que somos, un movimiento serio y organizado.
En parte es tambien responsabilidad nuestra, mantener al margen a indeseables antifascistas
por moda, que a sus 20 años se reirá de las pintas que llevaba en sus epocas
de adolescente y se habrá convertido en un fiel empresario.
Tenemos que actuar con mentalidad, en nuestros colectivos, para que solo los verdaderos
antifascistas militantes sean los que se movilicen, los que actuen y los que poco a poco
levanten el antifascismo desde abajo. Vale mas la calidad que la cantidad.
Quizas desde siempre halla existido este subgrupo dentro del antifascismo, pero hoy en
día se ven con mayor asiduidad y es importante comprender tambien que la sociedad se
ha adaptado a la juventud, que por lo general se declara revolucionaria, y no es dificil
encontrar en grandes tiendas de ropa pañuelos palestinos a 40€, camisetas del Ché a 30€
o camisetas punks y cosas skatalitikas a precios desorbitados. Si analizamos esto, vemos
hasta que punto llega la subnormalidad de las tiendas de moda con tal de vender y es que
personas que pasan de la política compran camisetas de diseño del CCCP, con la hoz y
el martillo, camisetas Punks simplemente por que gusten o por que esten a la moda y la
propia tienda les está exponiendo a una agresión por parte de cualquier grupo fascista sin
saberlo los propios compradores.
En conclusión, que por una parte tenemos a jóvenes que en su época adolescente se
sienten atraidos por lo que ellos llaman “moda radical” y por otro lado la sociedad como
arma globalizadora de esa moda imponiendo en grandes superficies la venta de ropa con
significado político antifascista de diseño. La mezcla entre las dos partes es perfecta y en
un futuro puede hacer mucho daño al movimiento verdaderamente antifascista si no lo ha
hecho ya. Esta en nuestras manos frenar este aumento de “borregos antifascistas”, actuemos
contra las modas!
¡NI NAZIS NI APOLÍTICOS NI ANTIFASCISTAS POR MODA !
